Algo está
mal.
Las
estrellas ya no resplandecen
Como solían
hacerlo.
El aire ya
no es puro como antes.
El sol se
ha vuelto un enemigo.
La gente ya
no se detiene a contemplar el amanecer.
La noche ya
no es tan misteriosa.
Veo caras
tristes y amargadas en las calles.
Escucho una
musiquita y risas cada momento,
Como si en
mi mente hubiera una fiesta,
Como si el
diablo bailara dentro de mi cabeza;
y me aconsejara qué camino tomar.
La
violencia y el dinero se han apropiado
de nuestro
ser.
Las
maquinas nos han facilitado todo,
nos han
vuelto haraganes,
inmóviles,
sin hablar, sin pensar,
solo
miramos destellos de colores.
En
un intento desesperado de mejorar esto,
llame a
Dios desde mi móvil;
Una
desoladora voz contesto y me dijo que no se encontraba
que había
huido del reino de los cielos,
-Se fue
llorando-, dijo.
Después de sollozar colgó.
La otra
noche caminaba bajo la toxica lluvia,
buscaba respuestas a mis obsesivas preguntas.
En un
basurero encontré a un ángel arrodillado,
bebía
gasolina de un galón;
a su
alrededor había espejos en los que no me reflejaba,
me ofreció
cristales que solo cortan el alma,
cuando le
pregunte por Dios hecho a reír y luego a llorar,
gritando se
ha ido y en nosotros esta que vuelva,
el diablo
seguía bailando en mi cabeza.
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Derechos Reservados: T.S.P.
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