Dime que me perdonas,
mientras me baño en el río,
trato de limpiar mi piel y mi ser;
que se
ensuciaron en el camino,
que se mancharon con pecados.
que se mancharon con pecados.
Dime que me esperaste,
ahora que
estoy sobrio
y ya no me
tambaleo,
ahora que
mis manos ya no tiemblan.
Dime que todo estará bien,
corremos entre la multitud,
huimos del horror de ser un maniquí,
víctimas
de la tecnología y modernidad.
Dime que me amas
aunque me
arrastre en el lodo
rodeado de
cucarachas.
Dime que me salvaras,
grito en medio de la ciudad,
busco desvanecerme.
Dime que Dios existe,
golpeo a los canallas,
para hacerlos pensar y sentir.
Dime que estaremos tranquilos,
miramos al carnicero hacer su trabajo,
buscamos comprendernos.
Dime que siempre estarás,
cuando me
arroje del avión,
como un libre pájaro.
Dime que te has vestido así, para mí,
los ángeles lloran,
escribo un mal verso.
Pídeme que
recemos,
los ahorcados vuelven a sonreír
y la
tormenta amaina.
Dime que me cubra,
el frió congela mis palabras
y los
lobos aúllan sus tristezas.
Dime que aún hay esperanza,
las victimas cavan sus tumbas
y el tonto
es coronado.
Abrázame cada que los perros ladren,
por los
extraños de afuera;
abrázame
hasta que no pueda respirar.
Dime toda una vez más,
como si
fuera un milenario secreto
que se ha
revelado.
cuando el pecado original se conciba.
Repítelo mientras te alejas,
poco a poco.
poco a poco.
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