viernes, 3 de junio de 2016

Fabula

Encontré un diamante en el lodo,
conforme lo admiraba
el pantano cambiaba,
el asfixiante hedor desaparecía
aire puro penetraba en mis pulmones;
el agua sucia y estancada se transparentaba, fluía,
comencé a reflejarme, mirar algo bueno dentro de mi;
los arboles sucio, viejos y cansados,
se irguieron, dando paso a la luz;
sus hojas húmedas y podridas verdecieron,
sus ramas ofrecían hogar a las aves,
que con su canto de vida en ellos se postraron;
debajo de mis pies el pasto y flores renacieron;
mariposas, mamíferos y mas insectos
rompieron la soledad,
mi alma resplandeció, sintió,
el diamante brillaba mas,
contagiaba su belleza al lugar,
me susurro las cosas mas hermosas;
cada día lo acariciaba, lo veneraba;
una noche de mayo la bestia en mi interior
se libero, lo sujeto con fuerza, fue brusco,
lo abrazo hasta sofocarlo,
me hizo olvidar la ternura,
que requería la bella gema,
el diamante huyo lleno de miedo y desilusión;
olvidando que alguna vez prometió ayudar a matar al animal,
lleno de vergüenza y asco se negó a escuchar mis plegarias,
y ahora estoy aquí, solo, en este inhóspito lugar,
que vuelve a ser desolador y sucio,
asesinando cada instante algo de  la bestia,
imploro, que el diamante recuerde cada bello día,
cada noche eterna, que comprenda que todos cometemos errores,
y las cosas no siempre salen como esperamos,
pero cada día podemos hacer que suceda lo que deseamos,
estoy aquí, extrañando, rogando por que el diamante vuelva,
e ilumine este triste lugar

                      TSP
Para el hada blanca que miro en mi interior y saco lo mejor de mi,
a quien espero volver a ver.







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