Busquemos
un milagro,
entre
la putrefacción de la ciudad.
Limpiémonos
las lágrimas derramadas por lo inútil.
Lamemos
las heridas sufridas en el combate.
Dejemos
de creer en Satán y en Jesús,
creamos
solo en nuestro amor.
Busquemos
los pecados perdidos
en
los escombros de la vida.
Cambiemos la responsabilidad
por
sexo salvaje bajo el muérdago.
Cometamos
un asesinato al ocaso,
matemos
un político, un soldado, un bandido
o
a cualquier inocente,
da
igual a nadie le importara,
solo
busquemos la emoción de lo prohibido.
Bebamos
el veneno que nos ofrecen por tv
hasta
el amanecer,
sin
que nos importe si el espíritu santo llora
igual
que las madres cada anochecer.
Comamos
mentiras, egoísmo, envidia y soberbia
mientras
el cadáver de un niño yace a nuestros
pies.
Copyright © ®
Derechos Reservados: T.S.P
No hay comentarios.:
Publicar un comentario