las quise olvidar,
borrarlas como si estuvieran en un cristal empañado,
pero continúan resonando
cuales campanas que anuncian un deceso,
clavadas en algo mas allá de mi cuerpo
fuera de lo tangible, de lo físico,
eclipsan diariamente el sol,
silencian la música, las risas,
los sonidos de la vida;
su eco recorre el tuétano de mi esqueleto;
Cada mañana soñoliento las miro adornan el parco rostro en el espejo
lo agrietan con su intención, lo vuelven abandono,
tus palabras gusanos que se alimentan de mis debilidades,
gaviotas que revolotean mis instintos,
por las noches búhos que llaman a la muerte,
sonidos que adoran a la luna,
que odian al sol;
Tus palabras ecos demoledores que destruyen lo poco
que me mantiene en este lugar,
tu existencia lastima ( y aun así te quiero),
cerca o la distancia,
con atención o indiferencia,
en comunicación o bloqueado,
somos simbiontes emocionales,
negando nuestras carencias,
negando al crucificado,
no devoramos, nos aniquilamos,
con palabras.
TSP
No hay comentarios.:
Publicar un comentario