Mis palabras y mis alas, no sirvieron
no eran útiles parar tus propósitos.
esclava perpetua,
continua cargando el peso del mundo en tus hombros.
esclava perpetua,
continua cargando el peso del mundo en tus hombros.
Mi fe que recupere,
solo fue un instante, el destello del rayo
que la pulverizo,
no era útil en este mundo de tantos creyentes.
La alegría y la ilusión, me volvieron a engañar,
solo fueron dos navajas que cortaron lentamente,
que me hicieron sangrar otra vez.
Las dudas y el miedo, ríen detrás del crucifijo en la pared,
me dicen; “creías que escaparías”
vuelven a maltratarme.
El día y sus oportunidades, solo fueron una quimera
regrese a refugiarme en la oscuridad.
Tus ojos y tu gracia, eran todo,
los necesitaba para salir de las tinieblas,
pero son divinidades no aptas para un mortal.
para un pecador que siempre erra.
para un pecador que siempre erra.
Mis lágrimas y mis lamentos, no sirven:
para hacerte volver,
para derribar la muralla de tu razón,
recolectora de mi ira, de mis maldiciones;
para derribar la muralla de tu razón,
recolectora de mi ira, de mis maldiciones;
ni para sacar la flecha dorada clavada en mi corazón.
la vida , una agonía,
una llaga llena de ausencias.
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