¡Gracias! por regalarme otra decepción

                                                  I
En ocasiones me gusta ser yo mismo de manera natural,

así que me despojo de los disfraces que traigo encima;

me quito el de charlatán, el de cobardía, el hombre sin reglas, el del miedo,

el de tipo duro, el de indiferencia, hasta quedar completamente desnudo;

me siento soñador, libre, emprendedor y enamorado 

así que corro, brinco, grito, como un potrillo,

hasta que llega  la realidad;

la dura, la cruel, y apática.
esa donde me estrello
con la muralla de tu indiferencia,
me bloqueas,

es cuando regreso  destrozado lleno de vergüenza,
sin esperanza, con el miedo nadando en mis venas,

y decido volverme a disfrazar.

 !Gracias! por regalarme otra decepción,
por mostrarme el cielo (volamos con alas hechas de falsas palabras),
para después arrojarme,
a la realidad.

                                     
                                       II
Lo real es lo que manda, no los sueños,

ni expectativas (que yo siempre engrandezco),

lo razonable y comprobable, no lo sentimental, ni lo idealista;

Aunque el mundo se caiga a pedazos

y los románticos luchen cada día,

para luego ser asesinados;

lo que importa es lo real,

y lo real es que solo soy un insignificante ser
al que el mundo tatuo en la frente "fracasado"
y tu en el pecho olvidado,
un diablo enamorado,  
cadáver perdido
sentimiento omitido,  
que agoniza en un mundo real.

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