miércoles, 20 de abril de 2016

Tiempos modernos

Algo está mal.
Las estrellas ya no resplandecen
Como solían hacerlo.
El aire ya no es puro como antes.
El sol se ha vuelto un enemigo.
La gente ya no se detiene a contemplar el amanecer.
La noche ya no es tan misteriosa.
Veo caras tristes y amargadas en las calles.

Escucho una musiquita y risas cada momento,
Como si en mi mente hubiera una fiesta,
Como si el diablo bailara dentro de mi cabeza;
y me aconsejara qué camino tomar.
La violencia y el dinero se han apropiado
de nuestro ser.
Las maquinas nos han facilitado todo,
nos han vuelto haraganes,
inmóviles, sin hablar, sin pensar,
solo miramos destellos de colores.

En un intento desesperado de mejorar esto,
llame a Dios desde mi móvil;
Una desoladora voz contesto y me dijo que no se encontraba
que había huido del reino de los cielos,
-Se fue llorando-, dijo. 
Después de sollozar colgó.

La otra noche caminaba bajo la toxica lluvia,
buscaba respuestas a mis  obsesivas preguntas.
En un basurero encontré a un ángel arrodillado,
bebía gasolina de un galón;
a su alrededor había espejos en los que no me reflejaba,
me ofreció cristales que solo cortan el alma,     
cuando le pregunte por Dios hecho a reír y luego a llorar,
gritando se ha ido y en nosotros esta que vuelva,

el diablo seguía bailando en mi cabeza.

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